Homo Faber, de Max Frisch

Tengo muy buenos recuerdos de una colección de libros que regaló el periódico El País hace años. Eran de tapa dura y blanca, con una portada muy sencilla: el título y el autor en letras blancas y rojas y un pequeño dibujo representativo de la novela. Recuerdo haber leído Las uvas de la ira, Orlando, A sangre fría y muchas otras. Encontré hace poco Homo Faber, de Max Frisch, de dicha colección, en el Reread, y terminó en casa.

portada-homo-faber1.jpeg

Desde el principio me gustó cómo está escrito pero en cambio no soporté al protagonista. Supongo que ésa es la intención, pero es que huele a derrumbamiento desde la página uno y es un derrumbe que no llega nunca. No termino de comprender al señor Faber: se miente a sí mismo y por lo tanto miente a los demás, se deja llevar pero se lo niega a sí mismo… y de repente sacude la tragedia. Supongo que ahí está el quid de la novela; pero si ése era el objetivo, no hacía falta darle tantas vueltas hasta llegar a él…

Pero pongamos algo más: el protagonista, Walter Faber, es un ingeniero de turbinas de avión que no cree en nada que no sea mecánico: ni la casualidad, ni el arte ni el destino ni la belleza. Por supuesto, la vida lo pone en su sitio cuando, tras un accidente de avión, reecuentra parte de su pasado y, sobre todo, se encuentra con una joven que termina siendo su hija y con la que vive una especie de relación que sí que no… y que termina de una forma trágica, por supuesto. Y, además, tras esa tragedia lo sacude otra, y la novela termina con sus diarios personales y sus reflexiones.

Como soy consciente de que he escrito esto con desgana, dejo el link a un análisis de la novela mucho más elaborado que el mío: aquí está.

Deja un comentario